Me encuentro entre las manos con este texto dramático-poético de Pablo Mascareño.
Y si tendría que sintetizarlo en dos palabras serían: Ausencias Presentes. O la Presencia de la Ausencia. La pulsión continua del deseo… Manojo de recuerdos de los momentos más entrañables, fugaces e imborrables, que todos almacenamos… vaya a saber uno, dónde… quizás en recipientes frágiles y preciosos de la memoria.
Poesía pura e inevitable. Textos que nos zambullen en ese imaginario propio y que aflora apenas destapamos esos recipientes-frasquitos de la esencia del ser, del existir, del estar aquí y ahora frente a la inmensidad del universo.
Trabajo que promete ser movilizador, con la fuerza de lo intangible.
¡Presente…! ¡VIVO!
Herminia Jensezian